Agradecido no Conformista
Cierta vez dos hombres tenían un intercambio de ideas pues uno de ellos no es estaba de acuerdo ya que siempre su compañero agradecía por las cosas a Dios.
Entonces si alguien se enfermaba el a pesar de la preocupación daba gracias. Si estaba mal de dinero, a pesar de la angustia daba gracias. Si algo no salía bien en el trabajo daba gracias y esto molestaba al amigo le reclamaba que era "conformista" pues agradecer es "estar de acuerdo" y que un Dios así no valía la pena, que el agradecía por lo bueno pero, ¿qué sentido tenía agradecer los problemas?.
Escuché como el hombre agradecido le dijo:
"Por cada cosa que me sucede, cada problema, cada situación, Dios quiere volverme más fuerte, más inteligente, más sabio. Cada vez que he encontrado una dificultad y recurro a Dios siempre el me da la fortaleza para seguir adelante y mejor aún, siempre termino más cerca de Dios y más convencido de que existe.
Si yo le reclamara por todo en vez de dar gracias, estaría rechazando la bondad de Dios y su instrucción para hacerme una mejor persona. Estaría queriendo seguir menos sabio, menos inteligente, menos fuerte y por ende no ser mejor de lo que soy.
Por tanto el reclamar a Dios por las cosas solo mostraría mi temor a enfrentar pruebas y mi miedo a encarar problemas, y significaría que todo lo deseo de la forma fácil y cuando algo no sale me enojo porque tengo que hacer un esfuerzo.
Desde mi punto de vista, el reclamar a Dios, es ser conformista, pero yo prefiero ser agradecido."
Claro está, el segundo hombre se retiró y no dijo mucho hasta un par de horas después, cuando en medio de un problema generando sus reportes solo dijo: "Gracias Jesús."
Cristo sólo nos puede dar bien, solo desea hacernos más fuertes, sólo puede amarnos cada día más. Sé que tus problemas de hoy pueden ser fuertes y que puedes tener escasez monetaria, con tu familia o en tu trabajo. Sólo detente un segundo, espera lo mejor y confía en que Jesús estará a tu lado, abandónate en sus manos y pídele que te ayude a cargar tu cruz.
No te aseguro que el problema desaparezca, pues Jesús no es un mago, pero sí te aseguro que a partir de ese momento no estarás solo ni sola, y Jesús caminará a tu lado para acompañarte, delante de tí para guiarte, y a tus espaldas para cuidarte.
No seas conformista, se agradecida y agradecido.
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