Jamás dudes de tí
Tienes tanto que ofrecer,
tanto que dar y tanto
mereces recibir.
No lo dudes jamás.
Conócete y conoce todas
tus buenas cualidades.
Regocíjate de las fuerzas
maravillosas de mente, cuerpo
y espíritu*.
y espíritu*.
Alégrate de las virtudes
que son tuyas, y felicítate
por todas las cosas
admirables que has hecho.
Mantén una actitud positiva.
Concéntrate en lo que mayor
felicidad te da, y confía en
tu persona.
Mantén el ritmo ágil de tu
corazón, la alegría de tus
pensamientos, y el bienestar
de tu ser.
(No encontré el autor)
*Editado por mi
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