El llamado de los niños

Dices que soy el futuro... No malogres mi presente.

Dices que soy la esperanza de paz... No me induzcas a la violencia.

Dices que soy la promesa del bien... No me entregues al mal.

Dices que soy la luz de tus ojos... No me abandones a las tinieblas.

No me digas que Jehová, David y Cristo eran buenos y justos...

Enséñame con tu ejemplo lo bueno y lo justo que eres.

Dáme un ejemplo de honradez y de virtud con tu paciencia...

No me encamines con tus actos al odio y a la verguenza.

No espero de ti sólo tu pan... Dáme tu luz y entendimiento.

No deseo sólo tu cariño... Te suplico me des amor sincero y me corrijas.

Hoy necesito de ti, enséñame a ser hombre o mujer de bien.

No me regañes cuando ya sea tarde... Si no me ayudaste y enseñaste.

Te pido no me engañes escondiendo tus dolores...

Enséñame que la vida tiene también sinsabores.

No soy un simple adorno en tu camino...

Soy alguien que llama a tu puerta en nombre de Dios.

(Autor Desconocido)